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Testimonios

Ya desde la entrada en recepción se respira paz y bienestar y un clima super agradable y acogedor, y después en la consulta de mi psicóloga la magia ocurre. Realmente no me voy a cansar de dar las gracias y de decir que sigan así porque son lo mejor. Me han mejorado mucho la vida, en todos los aspectos, creando un vínculo profesional-paciente muy bonito. No solo eso, sino el aprendizaje en el que te sumerges en su terapia. Una vez acudes a ella, no quieres dejar de ir. Es muy bonito cómo te ayuda y te enseña al mismo tiempo, sin juzgar, haciéndote sentir cómodo desde el primer momento, haciéndote sentir que puedes confiar en ella y abrirte totalmente con ella, porque así es. Les estoy muy agradecido, siempre!

Hace dos años que voy a terapia con mi psicóloga. ¡Ha sido una suerte encontrarla! Me entiende y comprende en cada momento. Me ha ayudado a solucionar conductas que me limitaban y mejorar personalmente. La mejor psicóloga que he tenido nunca. Lo recomiendo a todo el mundo. 🙂

Si buscas un psicólogo en Palma, son los mejores. No puedo estar más feliz de haberlos encontrado. Me los recomendó una persona en la que confío mucho y que también había sido su paciente, pero como sexóloga. Da igual para lo que sea porque te ayudarán. No tengáis dudas.

CARTA DE LOS DÍAS MALOS (escrita por mí misma y que resume lo que he aprendido con mi psicóloga)

¿Te sientes mal hoy?

Piensa que solo es por hoy, que no vas a sentirte mal más que un día o quizás unas horas.
Piensa que te has sentido mucho peor que hoy y se te ha pasado, has salido adelante.
Sabías que iba a haber días malos y días buenos. Este es malo, no pasa nada.

¿Crees que no vales para hacer cualquier cosa que se te presente? No es verdad, recuerda que cuando se trata de tí no eres objetiva, nada objetiva.
No eres capaz de ver lo bueno dónde está y en cambio sí ves lo malo aunque no esté.
No le hagas caso a los pensamientos negativos. Puedes hacer cualquier cosa que te propongas. Creías que no serías capaz de dejar el trabajo, cambiar de ciudad, volver a estudiar, y lo has hecho.
Todo es posible, solo tienes que creer en tí. Da igual lo difícil que parezca. Siempre los cambios y los comienzos son difíciles, pero al cabo de un tiempo te sientes mejor. Y cuando te das cuenta de que te sientes mejor con el cambio y lo has logrado, te sientes aún mejor y tienes más ganas de hacer cosas.

Los pensamientos negativos sobre tí, los creas tú. La gente no piensa de tí lo que tú crees que piensa, no piensa que seas tonta, ni poco interesante, ni te miran cuando vas por la calle, ni se pasan todo el tiempo juzgándote. Tampoco tienen una idea de cómo eres con solo verte. No es así, sé que es difícil de llegar a creerlo, pero lo has llegado a creer. Lo que tienes que hacer es no olvidarlo NUNCA.

No dejes de salir a correr, te hace sentir súper bien, cuando creas que te empiezas a sentir mal, sal a correr.
No tengas miedo de las cosas nuevas, de la gente nueva y de los lugares nuevos. Los cambios siempre son para mejor, este año lo has comprobado, así que no hay que tener miedo, ni evitar cosas nuevas.
Cuando te sientas mal, lee esta carta y acuérdate de todas las cosas que antes te hacían sentir mal y ahora sabes que las has superado.
Has superado muchas cosas que te daban miedo y te has dado cuenta que eres capaz de conseguir otras que ni te imaginabas.
Piensa positivamente y te sentirás bien y sobre todo cree en tí!

«Me siento muy agradecida de encontrar a mi psicóloga. Me la recomendó una amiga. Quería resolver una cuestión vital que me resultaba muy dolorosa: ¿Quiero ser mamá soltera?. Ella me ha acompañado en un viaje hacia el interior, con luces y sombras, pero muy hermoso. Me ha facilitado herramientas de gestión de emociones, ansiedad y autoconocimiento que me han hecho crecer como persona en todos los sentidos.  Me ha ayudado a conocerme y a quererme. Trabajar mi consciente e inconsciente (a través de EMDR) me ha ayudado a tomar decisiones desde el amor, alineada a quién soy y a mis deseos. Desde la serenidad y la confianza. Ahora estoy embarazada 🙂 Gracias.»

Hace dos años cuando decidí pedir ayuda me sentía fatal, no recuerdo haberme sentido tan mal en mi vida o por lo menos que la pena que sentía durara tanto tiempo. No tenía ganas de nada, dormía mal, no soportaba ir al trabajo, lo pasaba muy mal y cada día me costaba más levantarme y seguir adelante. Siempre he tenido muy mala opinión sobre mí misma, nunca me he creído ni lista, ni guapa, ni interesante… Siempre con miedo a todo. Me costó bastante dejar de sentirme así, pero poco a poco lo fui consiguiendo, con la ayuda de mi psicóloga.

Cambiar de opinión sobre mí, sentirme bien conmigo misma y creer en mí son cosas que hace un tiempo las creía imposibles y eso se lo voy a agradecer toda la vida. Ahora pienso que pedirle ayuda fue la mejor decisión que pude tomar. Me siento tan bien y diferente que lo único que me hubiera gustado es haberla encontrado antes en mi camino. Pero como me dijo ella misma, nunca es tarde. Lo más importante es creer en una misma, si lo logramos, podemos hacer cualquier cosa.

Nadie está preparado para pasar por un proceso oncológico, pero aún menos con 26 años. Escéptica respecto a la psicología, empecé a visitar a mi psicóloga casi por obligación. Actualmente, lo primero que recomiendo cuando hablo con alguien que está pasando lo mismo es que busquen a un profesional para acompañarles a lo largo del proceso. Gracias a ella me conozco más a mí misma, he descubierto y entendido pensamientos y sentimientos que desconocía tuviera dentro de mí, he adquirido herramientas emocionales que me ayudan en mi día a día, y lo más importante, he aceptado y aprendido a vivir con lo que me ha pasado y soy feliz.

Muy implicada en su trabajo, mucho sentido común, muy palpable la formación que tiene, y un pilar sólido al que aferrarse cuando crees que todo se desmorona. Eternamente agradecida por lo mucho que me ha ayudado.

Estaba perdida en un camino que se suponía, tenía que ser recto y sin baches. No entendía porque en mi viaje había tantas curvas y piedras, pero tú me ayudaste a ir estudiando sus formas para poder batallarlas y superarlas poco a poco.

Durante el viaje me he conocido a mí misma y por fin he podido sentir algo que llevaba por bandera desde jovencita. Una palabra a la que siempre le he tenido respeto, pero por desconocida; Libertad.

Las palabras son poderosas (y la (in)formación, otro gran descubrimiento) y ahora; Consciencia, relajación, suspiro, poder, sensualidad, excitación, ganas… son palabras que he incorporado en mi vocabulario y que tengo subrayado en mi diccionario. Pero hay una última palabra que pensaba no poder incorporar jamás. Sentir.

No sé si hemos llegado a nuestro destino, pero sin duda, hemos llegado a una estación en la que me quiero quedar y disfrutar del paisaje.

Mil gracias por acompañarme en el trayecto

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