SATISFACCIÓN SEXUAL: CÓMO MEDIRLA Y ALCANZARLA

Habitualmente hemos creído que el orgasmo es la meta a conseguir y que, en función de cuántos tengamos, nuestro nivel de satisfacción sexual será mayor o menor. También se han tenido en cuenta la cantidad de los encuentros sexuales, es decir, cuantas más veces mantenga relaciones sexuales, más satisfecho/a estaré. Incluso, se ha creído que siempre hay más satisfacción sexual si habitualmente se practica el coito por encima de otras modalidades de relación.

Sin embargo, éstos no son los únicos factores que pueden determinar que estemos a gusto con los encuentros sexuales. De hecho, éstos pueden no determinar para nada nuestra satisfacción sexual. Hay personas para las que los orgasmos o la frecuencia y la cantidad de relaciones sexuales no influyen en su valoración de su satisfacción sexual. Por tanto, ¿a qué hacemos referencia cuando hablamos de satisfacción sexual?

¿Qué es la satisfacción sexual?

La satisfacción sexual es la respuesta afectiva y emocional que surge por la evaluación de los aspectos positivos y negativos asociados a las propias relaciones sexuales. Algunos autores afirman que la satisfacción sexual va ligada a la cantidad y a la calidad de las relaciones sexuales, sin embargo debemos tener en cuenta muchos más factores. Además, para cada persona la cantidad de encuentros sexuales deseados puede variar, y también puede ser distinto el criterio de lo que es “calidad sexual” de una persona a otra.

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Debemos tener en cuenta que, cuando hablamos de relaciones sexuales en pareja, hablamos de diversas prácticas sexuales como pueden ser los besos, las caricias, los abrazos, los roces entre los cuerpos, la estimulación de los genitales manual u oralmente, la penetración vaginal o anal, entre otras. La variedad de estas prácticas sexuales, la frecuencia que cada pareja estime como adecuada, la presencia o no de orgasmos y llevar a cabo prácticas sexuales que no implican penetración, pueden ser aspectos importantes para evaluar la satisfacción sexual. También es primordial destacar que al hablar de satisfacción sexual no necesariamente tiene por qué ser en pareja, ya que muchas personas se sienten igualmente satisfechas y disfrutan de su sexualidad de forma individual.

Además, debemos tener en cuenta cómo es la relación de pareja en sí, es decir, los niveles afectivos y emocionales, la comunicación, la confianza, el respeto, así como la intimidad y el amor, ya que también influyen en la satisfacción sexual. Estos factores pueden afectar en muchas ocasiones también, al deseo sexual, es decir, si me siento querido/a, deseado/a, siento que mi pareja me respeta, podemos hablar de lo que nos gusta y de lo que no, y compartimos momentos íntimos más allá de las relaciones sexuales, es probable que tenga más ganas de tener dichos encuentros íntimos.

Otros factores que también pueden determinar nuestra satisfacción sexual son los conocimientos, las actitudes y los valores que tengamos acerca de la sexualidad. Por ejemplo, si no conozco cómo son mis genitales o cómo funcionan, si no sé qué le pasa a mi cuerpo cuando estoy excitado/a, si no expreso a mi pareja lo que me gusta o concibo el sexo como algo malo, tal vez no pueda vivir la sexualidad de una forma positiva y esto puede repercutir en mi satisfacción sexual.

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No debemos olvidar que la salud, tanto física como mental, también es fundamental para disfrutar de la sexualidad, ya que ésta puede determinar que los encuentros sean satisfactorios. Es decir, si tengo alguna enfermedad o tengo molestias en alguna parte de mi cuerpo, esto me puede llevar a sentir malestar con uno/a mismo/a y en pareja y no buscar encuentros sexuales, así como a no disfrutarlos.

Encontrar momentos de intimidad en la pareja para llevar a cabo los encuentros sexuales es fundamental ya que fomenta la comunicación y la complicidad, haciendo que la relación de pareja pueda funcionar mejor y, por tanto, pueda haber satisfacción sexual. Además, tener libertad para poder expresarnos afectivamente con nuestra pareja, sin sentirnos rechazados/as, también es un factor importante.
¿Los orgasmos pueden determinar la satisfacción sexual?

Como hemos visto, son muchos los factores que pueden determinar que sintamos o no satisfacción sexual, teniendo en cuenta que es algo personal, por tanto, puede variar entre personas y no tiene por qué significar lo mismo para todo el mundo. Es decir, mi satisfacción sexual depende de lo que yo considere importante para mi vida íntima.

En muchas ocasiones entendemos que las relaciones sexuales deben acabar en orgasmo, es decir, ambos miembros de la pareja deben conseguirlo para sentir que la relación sexual ha sido plena y satisfactoria. Sin embargo, esto no tiene por qué ser así, ya que muchas parejas experimentan satisfacción sexual sin alcanzar el orgasmo y sin que esto sea un problema.

El orgasmo es una experiencia única, algo que cada uno/a puede expresar con sus propias palabras pero no todo el mundo lo siente y lo vive de la misma manera, ya que los factores psicológicos y emocionales pueden dar un sentido diferente a los orgasmos que vamos experimentando a lo largo de nuestra vida. Por tanto, cada orgasmo que sintamos puede ser diferente, algunos pueden llegar después de una gran estimulación o todo lo contrario, otros pueden llegar por sorpresa…

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En cualquier caso, aunque entendamos el orgasmo como el placer máximo que se puede sentir, la descarga de tensión sexual acumulada o la explosión de sensaciones a nivel genital, para algunas personas puede convertirse en un problema. Se ha concebido en muchas ocasiones el orgasmo como la meta a alcanzar, por tanto, podemos obcecarnos en que es la parte más importante de la relación sexual, pero no es así. Cabe destacar que el camino que recorremos para alcanzar el orgasmo es igual o incluso más importante que el orgasmo en sí, es decir, si no disfruto de lo que estoy sintiendo, de lo que mi pareja me está haciendo, del aquí y del ahora, y me centro en llegar a la “meta”, probablemente sienta frustración y, en muchas ocasiones incluso, ese orgasmo nunca llegue.

Debemos entender que es una parte más del camino, que a veces llegaremos y a veces no, y que el hecho de llegar no tiene por qué significar algo malo, ya que la relación sexual puede ser muy placentera y satisfactoria igualmente, y que posiblemente pueda llegar otro día, incluso en ocasiones, varias veces.

Si crees que tus relaciones sexuales no son satisfactorias y eso te preocupa, puedes ponerte en contacto con nosotras y, una vez averiguadas las causas del problema podremos iniciar un tratamiento que te haga sentir mejor con tu sexualidad.