¿Qué es hacer “Luz de Gas”?
El “gaslighting”, conocido en España como el acto de hacer luz de gas, se describe como un tipo de violencia psicológica. Consiste en hacer creer a la otra persona que está perdiendo la cordura y hacerla dudar de su juicio, percepción o memoria.
El término surge de una obra de teatro, posteriormente adaptada al cine, en el que el protagonista intenta volver loca a su mujer con una luz de gas para robar su fortuna.
Hacer “Luz de gas” consiste en manipular a la persona para hacerla pensar que lo que ocurre es parte de su imaginación, controlando así su percepción y creando una posición de autoridad y de control. Por tanto, la víctima no es consciente de que está siendo manipulada.
Las personas que hacen “Luz de gas” pretenden tener poder sobre la persona o personas a quienes someten a esta práctica, creando relaciones de codependencia. Esta situación no permite que la víctima reconozca que se trata de un comportamiento peligroso y abusivo.
En los inicios del uso del término, este solo se recogía en el contexto de pareja, es por ello que desde la terapia de pareja lo llevamos trabajando desde hace años. Sin embargo, en los últimos años se ha comprobado que se da en diversos contextos: culturales, raciales, laborales, familiares, etc.
¿Cómo identificarlo?
El uso de la negación, la mentira, los ataques a la salud mental, la descalificación de sentimientos y/o percepciones y la manipulación de sentimientos son algunas de las pautas más empleadas. La persona agresora hace uso de un estilo de comunicación confuso con el fin de maquillar su hostilidad. Las quejas, las bromas hirientes, los silencios hostiles o las frases incompletas son frecuentes y tienen como objetivo desestabilizar a la víctima y crear un sentimiento de culpa en ella.
Algunas de las técnicas más empleadas para hacer “Luz de gas” son:
- Rebatir: Cuestionar la memoria de alguien, aunque recuerde los eventos correctamente. “Eso no fue así”.
- Olvido: La persona pretende haber olvidado algo o niega que ocurriese. “No sé de qué me hablas”.
- Bloqueo o desvío: La persona pone fin a las preocupaciones de la víctima o bien las redirige, cambiando de tema. “Te lo estás inventando”, “Creo que ves demasiadas películas”.
- Trivializar: Quitar importancia a los sentimientos o preocupaciones de otra persona o hacer que estos parezcan irracionales. “No es para tanto”
- Retener: Fingir no entender algo o negarse a escuchar. “Que sí, que sí, lo que tú digas”
Ejemplos de “Luz de gas”
Hacer “Luz de gas” es una forma de manipulación mental en el que se realiza un envenenamiento psicológico de la víctima. La persona agresora explota a su víctima y niega el daño que les realiza, llegando a acusarla de imaginárselo.
“Yo no he dicho eso, te lo estás imaginando”
“Eres un/a exagerado/a”
“Eso no ha pasado”
“Estás loco/a”
“Eres demasiado sensible”
“Te lo estás inventando”
“Sabes que yo nunca te haría daño intencionalmente…Yo te quiero”
“¿De veras crees que yo me inventaría eso?”
Este tipo de expresiones se usan para negar, minimizar o eliminar el discurso de la víctima, haciéndola dudar de su juicio.
¿Qué efectos psicológicos produce?
Los primeros efectos pueden ser difíciles de detectar. Pueden incluir:
- Frustración por discutir constantemente
- Rechazo al entorno que muestra preocupación
- Irritabilidad
- Sensación de tensión
- Pérdida de atención y concentración
Todo ello puede tener un impacto a largo plazo en la salud mental y la autoestima de una persona. También pueden dificultar que la persona abandone una situación de maltrato.
Hacer “Luz de gas”afecta directamente a la autoestima de quien la recibe, creando dependencia hacia la persona agresora y atacando a su salud mental.
El efecto principal es el de inseguridad. La víctima acaba creyendo a su agresor y como resultado duda de todo aquello que siente o percibe.
Se es vulnerable a desarrollar ansiedad, depresión y otros trastornos mentales que pueden suponer graves riesgos para la salud. Hacer “Luz de gas”no es solo un síntoma de una relación tóxica, sino que podría formar parte de un patrón más amplio de control.
Algunos de los problemas a largo plazo más comunes son:
- Ansiedad
- Depresión
- Trauma
- Estrés postraumático
- Baja autoestima
- Inseguridad
- Falta de confianza
Incluso después de salir de esa situación, algunas personas pueden tener dificultades para confiar en los demás. Pueden estar hiperalerta ante posibles manipulaciones y sentirse culpables por no haberse dado cuenta antes. Su negativa a mostrarse vulnerable puede causar tensiones en futuras relaciones.
¿Cómo actuar frente a esta forma de abuso?
La forma más eficaz de silenciar a alguien que nos hace “Luz de gas”es el silencio. Cortar la comunicación evita que el agresor consiga lo que quiere: la atención y control de su víctima.
Detecta las banderas rojas:
- Me siento cuestionado/a constantemente
- Me disculpo contantemente. Siento culpabilidad constantemente.
- Se me acusa de ser demasiado sensible en exceso.
- Dudo sobre mi valía y sobre si soy buena pareja, hijo/a, empleado/a, amigo/a, etc.
- Siento inseguridad a la hora de tomar una decisión.
Y actúa:
- Analiza bien lo ocurrido. Haz uso de herramientas que te permitan reunir pruebas: un diario, notas de voz, mensajes, emails, fotografías, etc.
- Termina aquellas conversaciones en que sientas que se te está manipulando. Tienes derecho a no estar de acuerdo.
- No te disculpes por sentirte como te sientes, no hay nada de malo en ello.
- Pon límites. Haz saber a los demás cuáles son y en caso de que los crucen, cuáles son sus consecuencias.
- Rodéate de seres queridos en quienes apoyarte y quienes puedan darte otro punto de vista respecto a lo sucedido.
- Busca ayuda profesional
Referencias bibliográficas
Galán, J. y Figueroa, M.R. (2017). Gaslighting. La invisible violencia psicológica. UARICHA Revista de Psicología, 14(32), 53-60.
Nall, R. M. (2020, 29 junio). What are the long-term effects of gaslighting?
Júlia Tarancón Estades
Psicóloga Col. No B-3232
