Es habitual que, a lo largo de los años, el significado de algunos términos vaya cambiando para la gente que los usa. Este fenómeno tiene que ver con varios factores, como la cultura, la adopción de conceptos de otros idiomas, la moda, el ámbito en que se utilizan, el conocimiento de las personas que los usan, etc.
Es algo que también ocurre con los términos propios de la psicología. Por ejemplo, los conceptos de “ataque de ansiedad”, “agorafobia”, “depresión”, etc., son términos que podemos oír en las conversaciones de ámbito coloquial. Su uso se ha popularizado, pero el significado que suelen otorgarles las personas y el que se les otorga desde la disciplina de la psicología, suelen distar mucho entre ellos.
Habrá ocasiones, en que esa diferencia de significado no tendrá demasiada trascendencia, pero otras en que sí. La forma en que usamos el lenguaje es un reflejo de cómo entendemos la realidad que nos rodea, por lo que puede repercutir en nuestra interpretación de lo que vivimos, en nuestras emociones y en nuestro comportamiento.
Un ámbito en el que ese desfase del significado original puede dar problemas, es en el de las relaciones, más concretamente las sentimentales. Cuántas veces habremos oído frases como “el amor lo puede todo”, “si no está celoso/a no te ama”, “quien te quiere te hace sufrir”, “el amor es para toda la vida”, etc. Todas estas afirmaciones esconden una idea errónea de lo que significa el fenómeno del “amor”, y se confunde con otros fenómenos como el enamoramiento y el apego. Consigo, esta confusión puede contraer problemas.
Entonces, quizás debamos redefinir otra vez cada uno de estos términos.
¿Cuales son las diferencias entre amor, enamoramiento y apego?
Significado del amor:
El amor (entendido el concepto de manera pura, sin tener en cuenta otros factores) se describe como el deseo genuino de querer lo mejor para el otro. En función del tipo de relación, el amor puede ir acompañado de distintos niveles de complicidad, cariño, intimidad, contacto físico, etc., pero éstos no definen el amor como tal, sino que darán lugar a un tipo u otro de relación, como bien se explica en nuestro blog sobre el Triángulo de Sternberg.
Significado de enamoramiento
El enamoramiento es una fase que normalmente es entendida como un estado de gozo en el que la persona se siente atraída per otra de manera romántica. En este proceso juegan factores como las expectativas, la atracción física, la necesidad de contacto, el misterio, etc. También suele pasar que, cuando estamos enamorados, sólo somos capaces de ver virtudes en la otra persona, sin parar atención a los defectos o sin darles importancia.
Significado de Apego:
Entendemos por apego ese vínculo que establecemos con otras personas. El apego es inherente en el desarrollo del ser humano, igual que pasa con otros mamíferos, y empieza a darse en el bebé, con el vínculo que se establece entre éste y su cuidador principal. Este vínculo nos ofrece protección y crea una relación de confianza y seguridad con el cuidador, dentro del que se aprende a interactuar con los demás y con el mundo que nos rodea de forma segura. Nos hace seres sociales, con la necesidad de vivir en comunidad y de ayudarnos los unos a los otros.
El problema viene cuando este vínculo de pequeños no se da correctamente y no nos ofrece esta confianza. A raíz de este hecho, se han encontrado 4 estilos de apego: seguro, ambivalente, evitativo y desorganizado. Se sabe que los apegos que no son seguros hacen más probable que tengamos una peor salud mental, que percibamos el mundo como incontrolable y que nuestras relaciones a lo largo de la vida sean más o menos problemáticas, apareciendo fenómenos como los celos, el control, la dependencia, etc. Puedes aprender más sobre ello en nuestro blog “¿Qué es el apego y cómo nos afecta a la hora de relacionarnos?”
¿Qué problemas puede dar la confusión entre estos conceptos?
El motivo por el que queremos diferenciar el amor del apego y del enamoramiento es que los tres pueden coexistir en una misma relación, por lo que es fácil confundirlos. También puede haber confusión en relaciones familiares y de amistad, donde el enamoramiento no entraría, pero el amor y el apego sí.
En lo que respecta al enamoramiento, ya hemos dicho que es un estado en el que vivimos intensamente la relación con otra persona, la idealizamos y nos volvemos incapaces de verle defectos. Sin embargo, se trata de una etapa, no es eterna, por lo que al terminar, algunas personas pueden decidir terminar la relación, en vez de seguir cultivando el vínculo. Cualquier opción es lícita para tomar, pero puede correrse el riesgo de conceptualizar esa etapa de enamoramiento como “amor”, esperando que una relación siempre debe ser como cuando estamos enamorados.
En lo que concierne al apego, en relaciones fuera del ámbito de pareja también puede confundirnos. Por ejemplo: si un padre o una madre no quieren que su hijo estudie lejos de casa, aun siendo ése el deseo del joven, aquí el apego está siendo problemático. En este caso, el apego se traduce en una relación de control y sobreprotección, que quita libertad al otro. En cambio, si se dejase jugar su papel al amor, tendríamos unos padres que, aunque les doliera tener a su hijo lejos, harían lo posible para ayudarlo a irse, a conseguir sus objetivos y a ser independiente.
Podemos encontrar ejemplos parecidos en relaciones de pareja, donde uno de los dos integrantes controla al otro, muestra celos, lo chantajea emocionalmente, etc. En el otro extremo también habría conductas como silencios castigadores, hacer ghosting, etc.
Desprenderse de los efectos de un tipo de apego inseguro puede resultar difícil. Para ello, será necesario deconstruir conceptos e ideas preconcebidas que son erróneas, como esa idea confusa de amor de la que venimos hablando en este artículo. Esa deconstrucción se puede llevar a cabo por uno mismo, mediante la reflexión, la autocrítica, la búsqueda bibliográfica, etc., pero si aun así notamos que nos cuesta lidiar con ello, podemos buscar ayuda profesional. Una psicóloga o un psicólogo general sanitario, o un terapeuta de pareja, puede ayudarnos a través de la dialéctica, la psicoeducación y la reestructuración cognitiva.
Guillem Nicolau Coll
Psicólogo General Sanitario
Nºcol.: B-02773